Reseña: Blame!

Autor: Tsutomu Nihei
Páginas: 6 x 400 ±
Editorial: Panini
Año de publicación: 1996 (Master Edition 2017)
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En el episodio de hoy de «Yo me lo trago y luego os lo cuento» os traigo la reseña de Blame! el manga cyberpunk (ejem) de 1996 de Tsutomu Nihei del que Netflix sacó una adaptación en largometraje en 2017 que, de momento no me he echado encima pero todo se andará.

Aunque originariamente se publicó en diez volúmenes, que trajo a España Glénat a principio de siglo, yo he accedido a este en la posterior Master Edition de Panini, que coincidió con el lanzamiento de la peli. Eso sí, menos mal que «he accedido a este» significa que lo he ido cogiendo en la biblioteca, porque… bueno, ya veréis por qué.

Estamos hablando de seis tomos en tapa blanda de alrededor de un porrón de páginas cada uno (página arriba, página abajo) en tamaño un poco más pequeño que el estándar de cómic americano. La edición está bien, correcta, un poco pasada de precio si quieres hacerte con los seis, habida cuenta de que, a 19€ por tomo, echad cuentas… ¿Habría agradecido tapa dura? Sí, pero los tomos de Pokémon de mis hijos son más pequeños y tienen menos páginas y no están muy lejos de ese precio, así que no nos quejamos.

…de eso, al menos.

Ambientación

⭐️⭐️⭐️

Como sabréis los que ya habéis hecho los deberes, los conceptos género y ambientación no tienen nada que ver, se suele llamar una cosa a lo que en realidad es otra y demás. Así que esto tiene una ambientación entre post-apocalíptica, distópica y cyberpunk (postcyberpunk, cyberpunk distópico o como queráis), con un mundo formado por niveles en los que la humanidad y otras formas de vida (la mayoría de ellas humanas de una forma u otra, aunque sean más altos, más bajos, más androides o menos androides, pero antropomórficos al fin y al cabo) tratan de sobrevivir formando sociedades aisladas, ignorantes unas de las otras y en peligro permanente. Una delicia, vamos.

Entonces, ¿qué género es? Pues aventuras, tal cual. Aventuras como lo puede ser Mad Max o El libro de Eli, solo que cambiando el desierto de arena y los caníbales por desierto de chatarra y… nah, los caníbales se quedan casi igual.

Personajes

⭐️

¿Conocéis los western clásicos en los que un jinete solitario iba de pueblo en pueblo solo con una misión y un revólver, hablaba poco, era muy peligroso y tenía un desarrollo de personaje más plano que las patas de un pato? Pues ya conocéis al bueno de Killy, nuestro protagonista principal. Su personalidad silenciosa no destaca (tanto) comparado con el resto, porque este cómic parece una peli de cine mudo así que no deja de ser un personaje más, que vale, hay que aguantarle porque es el prota, pero no hace más que ser muy chulo y tener la pistola muy gorda.

Luego está Cibo, la partenaire de Killy quien, como si fuera Elisabeth de Bioshock: Infinite, solo está para hacer uso de sus conocimientos y habilidades y poner en voz alta lo que el protagonista no dice. Se nota que me ha gustado mucho el manga, ¿eh? Pues esperad que todavía queda.

Historia

⭐️⭐️

Killy empieza con una misión: encontrar humanos con genes en el cerebro capaces de conectarse a la red. Y eso es lo que le lleva a viajar niveles y niveles en ese mundo ultratecnológico y desvencijado, encontrando personajes más o menos pintorescos, sociedades con particularidades y un sinfín de caras que se suceden a lo largo de los tomos y con las que no da tiempo a encariñarse. Pero podría haber sido, al menos durante los primeros 3-4 tomos, la búsqueda de la receta perfecta de la tortilla de patata, que nos habría dado exactamente igual. Ya sabéis por dónde voy.

Punto a favor que hay que reconocerle al desarrollo de la historia: empiezas a leer sin tener ni idea del trasfondo, con una sensación (justificada) de no estar enterándote de nada y, a medida que transcurre la historia, el autor consigue que compongamos una imagen de qué es lo que ha pasado, cómo y por qué hemos llegado al punto actual. Ojo, que eso no es nada fácil de conseguir.

Narrativa y estilo

⭐️⭐️

Si bien lo que acabamos de hablar justo en el párrafo anterior podría ser parte de la narración, hay dos puntos que considero que son más destacables, en esta sección, por varias razones.

El primero es la escasez de diálogo (y ausencia total de textos descriptivos, pero eso no es una novedad en el manga). Es algo muy característico de Blame! y que he visto alabar en otros blogs pero a mí solo me hace pensar en una cosa: ¿¿He pagado veinte euros por veinte minutos de lectura?? En mi caso no, y aquí es donde es importante la parte que destaqué al inicio sobre haberlo cogido de la biblioteca pero, para alguien que esté pensando en comprarlo… ¿Pagarías una entrada de cine por ver un corto de cinco minutos?

Ojo, esto genera un dinamismo innegable, sobre todo en las muchas escenas de combate, pero no dejo de pensar en el que se haya dejado la pasta para una experiencia tan breve.

El otro aspecto que no me ha terminado que convencer tiene que ver con las escenas de acción en sí mismas. Quizá porque esté yo acostumbrado al cómic americano, que puede ser, quizá porque soy un poco tonto, o quizá porque está explicado como el ojete, pero cuando empiezan los tiros las viñetas empiezan a sucederse con demasiado tiempo entre ellas. Como una escena en stop-motion en la que faltan fotogramas. Y, claro, te pierdes. Cómo no te vas a perder.

Conclusión

⭐️⭐️

No me ha gustado. Qué se le va a hacer. ¿No he conseguido disfrutar de una obra maestra del seinen postcyberpunk, lo que quiera que sea seinen? Pues puede ser. ¿Que yo tenga el hocico demasiado fino en lo que respecta al cyberpunk por mi desmedida afición al género ambientación? Pues también.

Se dice por ahí que es muy bueno, pero no puedo faltar a la verdad y recomendar algo que no me ha gustado. Así que se queda con dos estrellas, el pobre de Nihei, a ver si con alguna obra posterior nos reconciliamos con él.