Todos me conocéis como escritor de ciencia ficción juvenil, pero algunos de vosotros quizá sepáis de mi pasado rolero. Presente, mejor dicho, en la medida en que se puede. Pero, hasta la estabilidad actual, en la que solo dedico las sesiones con mis amigos a partidas de rol puro… Bueno, todos tenemos un pasado. Sí, Magic también. No me miréis así, era joven, el juego acababa de llegar a España… El caso es que, entre carta y carta, y bebiendo del juego de rol del mismo nombre, apareció Leyenda de los cinco anillos en mi vida. Y, con este juego, la carta de la polémica. Seguid leyendo, que más abajo lo explico.
¿Madre de qué? ¿Madre de Dios? ¿Madre del amor hermoso?
La carta de la discordia |
Cosas como esta, que tienen sentido solo en el mundo en que uno vive, pueden deslucir mucho una obra. En el caso del que os hablaba al principio de la entrada, se dice que una victoria es pírrica cuando esta ha tenido un alto precio para el vencedor (rae). Esto es porque Piro, rey de Epiro en el s. IV, tuvo una victoria sobre los romanos en la que perdió muchísimos hombres. ¡Pero eso fue en Europa, la tierra! Si tus personajes no viven en la tierra, o por lo que sea no tienen conocimiento de la Europa antigua, no tiene sentido que utilicen esa expresión. De ahí la queja de algunos jugadores al respecto del nombre de la carta. Desproporcionada, a mi parecer, ya que no deja de ser un juego de cartas.
Ojo, ocurre lo mismo si uno escribe fantasía, steampunk o novela histórica, por ejemplo: prohibidos neologismos o, al menos, nada de expresiones posteriores a la época en que están los personajes.
Hablando de neologismos, y volviendo a la ciencia ficción: ¿os habéis fijado en la cantidad de términos nuevos que han aparecido, especialmente relacionados con la tecnología, en los últimos… treinta años? Ahora vamos a escribir una novela especulativa. Solo treinta años en el futuro ¿En serio no vamos a introducir ninguna palabra nueva? Ahí ya entra el saber hacer el escritor. Por ejemplo, en La naranja mecánica Anthony Burgess utiliza el nasdat, una jerga del futuro. Con raíces en el ruso y en el eslavo, introduce términos como dengo (dinero) y lubilubar (tener sexo con alguien) de una forma natural para los personajes, pero a veces algo tediosa para el lector. El equilibrio es complicado, pero muy agradecido. Una de las mejores críticas que he recibido de Escape de 21-13 es que los términos nuevos (que no explico) se entienden fácilmente según el contexto.
Del mismo modo que ahora no hablamos igual que nuestros padres y abuelos, y a ninguno se nos ocurriría ir a un guateque a mover el esqueleto, no tiene sentido que en el futuro hablen del mismo modo que nosotros. Y no digamos en otro plano, o en otro planeta. Otra especie no humana. Terminaré con un ejemplo:
—Humanos, habéis ido por lana para salir trasquilados. ¡Fistros!
Buen artículo! Estoy totalmente de acuerdo, acabo de leerme La trilogía de la tierra quebrada de N.K. Jemisin y hace esto muy bien. Tiene tanto términos que cambia para ese mundo, escuela es creche, hay ciencias como biomestry and geomestry (lo he leído en inglés, no sé como lo han traducido al castellano). Hay expresiones: «rust» lo usan mucho como usariamos el fuck, «Fire under Earth! o «Earthfire!» o incluso refranes como «All things change during a Season». Luego hay referencias a las latitudes, por ejemplo «Nomidlats» para la region entre la region ecuatorial y la ártica. La gente se divide según si tienen la capacidad de hacer «magia» de este mundo entre «stills» los que no y «orogenes» los que sí, a los cuales los stills les llaman «roggas» como slur racial. Y aún más cosas hay.
Creo que son las primeras novelas en las que utiliza ese lenguaje particular para mí de una manera muy natural (quizás haya ayudado leerlo en inglés que aunque lo controle mucho, con algunas palabras como el verbo «to sess» que es como pueden percibir las cosas los orogenes, dudaba si era una palabra real o no, porque contextualmente se entiende perfectamente), y la verdad creo que ha ayudado mucho a mantener ese sentimiento de fascinación que muchas veces pretende la ciencia ficción y la fantasía.