Fui a ver la película Ready Player One basada en el libro de Ernest Cline en el día de su estreno, y no voy a dejar pasar la oportunidad de escribir aquí un análisis comparativo. Si no tienes tiempo o ganas de leer el artículo entero, te voy a dar un titular: El libro es una oda a la nostalgia y la película es una aventura de ciencia ficción juvenil. Ahora, si quieres, pasemos a desgranarlo.
Ni que decir tiene que si no habéis leído el libro o visto la película no sigáis leyendo si no queréis que os lo destripe todo.
El libro
Leí Ready Player One en 2014, animado por los comentarios de mi entorno más friki, y por un planteamiento que siempre me ha atraído: Un chico vive un montón de aventuras en un mundo virtual. Sabía de las referencias a la cultura pop y eso no me echó para atrás, aunque tampoco fue el aliciente para que yo lo leyera. Una vez metido en harina encontré un planteamiento original, el tema del huevo de pascua que ha escondido el propio James Halliday, las pruebas con las llaves, y la persecución por parte de todo el mundo del mismo objetivo. Hasta ahí todo bien. Incluso el tema de que Halliday sea un friki de los 80.
Primera referencia a los 80, una cita de Cazafantasmas. Guay. Yo nací en 1981 y siempre me he movido entre el cine, los libros, juegos de rol y videojuegos, así que pillé casi todas las referencias del libro. Pero no nos adelantemos. Segunda referencia. Jajaja. Tercera. Jaja. Cuarta. Ja. Quinta referencia: Miro cuánto he llegado a leer de la novela y cuántas páginas me quedan.
Y no es que esté mal escrita, tiene buen ritmo en los acontecimientos, el lenguaje es también muy dinámico, los escenarios ricos e imaginativos… Pero las referencias, infinitas. En serio. Como dice mi madre, Lo poco gusta, y lo mucho cansa. Y llega un punto en que tanto ochenterismo cansa, y distrae de la intención principal, cuando el protagonista tiene que elegir un robot gigante, por ejemplo, te tragas la lista de todos los fetiches de niñez del autor, y finalmente elige a Leopardon, el robot de Supaidāman, la versión japonesa de Spiderman (si quieres ponerle imagen a esta estampa, aquí un enlace. No nos hacemos responsables de posibles daños cerebrales u oculares. Si después de eso sigues con vida, aquí hay una noticia que va a poner tu mundo del revés). El caso es que tú ya tienes a Supaidāman en la cabeza mientras lees y al feotrón ese de robot, además de los otros once iconos robóticos que plantearon. Todo eso en plena batalla final súper épica.
La película
La película está bien hecha. Si quieres comprobarlo la tienes disponible en Amazon Prime Video. A pesar de ser dos horas y veinte minutos (no sé qué problema tienen los guionistas actuales que no pueden hacer películas de hora y pico como había antes) no se hace pesada. Los efectos especiales están bien, los actores son correctos… Es, sobre todo, una película honrada. Da lo que promete.
Si has leído el libro, o el apartado anterior de este artículo, olvídalo por completo. Ready Player One es una película dirigida a los jóvenes de hoy en día. A los que pillan la referencia cuando se habla de un canal de Twitch, a los que conocen Halo, a los que va dirigida la primera inmersión en Oasis con el mundo Minecraft y a los que saben quién es esa Tracer que aparece en primer plano. Sí, algunos adultos también los conocemos, y también están los Battletoads, el DeLorean y el coche del Equipo-A, pero eso es puro fan service para cuarentones.
El tema de Nolan Sorrento merece estudio aparte. Tanto la interpretación como el papel de Ben Mendelsohn en Rogue One me parecieron en su momento lo peor de la película, pero es que aquí ¡vuelve a ocurrir lo mismo! Un villano de medio pelo, de esos que todo quieren hacerlo ellos mismos (con penoso resultado), que apuntan la contraseña al lado del terminal, que reciben una patada en la entrepierna… por favor, ¿una patada en la entrepierna? ¿En serio?
Llegando ya al final de la cinta, y viendo como las referencias eran tantas que no era posible ver ni la mitad de ellas en un primer visionado, me pregunté por qué no habían hecho más de una película. Si Peter Jackson pudo estrujar un librito como El hobbit para sacar tres películas, mínimo dos podrían haber hecho con el libro. Y, habida cuenta del éxito que está teniendo en taquilla, estoy seguro de que alguien en Warner Bros también se está preguntando lo mismo. Se habría podido desarrollar más la vida de Parzival en el mundo real, sus inicios en la búsqueda del huevo, su relación con Hache, el comportamiento de los gunters… En fin, explicar alguna cosa más que son de relevancia en el libro.
Diferencias
Podría estar escribiendo dos días acerca de esto, pero haceos a la idea de que todo es diferente en la película a como es en el libro y acabamos antes. Es como si fuéramos a hacer una película de El señor de los anillos y únicamente tomáramos los personajes y la misión de tirar un anillo a un volcán, y a partir de ahí ni Rivendel, ni Rohan, ni la comarca, ni nada. Los protagonistas montan unas motos con ruedas de fuego, atraviesan un desierto a lo Mad Max huyendo de los monos voladores de El mago de Oz, y al final bailan una danza irlandesa en el monte del destino y tiran el anillo tan alegremente. Pues algo así es lo que han hecho, creedme.
Aún así, os cuento los que para mí son los cambios más relevantes.
La identidad real de Hache y la relación de amistad y camaradería que tiene con Parzival no es que esté más desarrollada en el libro que en la película, que eso es lo normal en estos casos, es que en la cinta ni siquiera se habla de ello. De ahí saldría una sorpresa final que se da en el libro que, en la película pasa prácticamente inadvertida.
La existencia de Parzival en el mundo real desaparece. Sí, nos cuentan que vive con su tía y tiene dos (dos, ni una más) escenas en que pasa por casa, pero la vida que lleva él en las torres, su guarida, todo lo que se tiene que buscar la vida para subsistir… «flop» desaparece.
El Halliday del libro es un verdadero fan de los 80, pero no es ningún pirado, ni un freak. Es el creador de uno de los mayores inventos del s.XXI, y una persona inteligente y hábil. En la película el personaje es la caricatura mal hecha del cliché de informático pringado llevada a su máximo exponente. Le falta tartamudear y llevar cinta en el puente de las gafas.
Ogden Morrow, el compañero de Halliday, es prácticamente eliminado de la historia. Teniendo como tiene un papel fundamental en el final del libro, en la película reescriben el final (no sé muy bien con qué objeto) y pasa a tener solo un par de frases y ser un personaje totalmente prescindible.
Las referencias a elementos de la cultura pop de los 80 de las que tanto se habla. Sí, las hay. Sin ningún sentido ni razón, la verdad. La mezcla de estas con otras más modernas forman un conglomerado que no atiende a razones (en tanto en cuanto el Halliday que nos presentan no es un fan de los 80, sino una especie de nerd venido a más). Las canciones míticas que suenan no terminan de encajar, sí, las oyes, y las reconoces, pero nada más. ¿El resto? Un cubo de Rubik por aquí, una chapa en la solapa de tal personaje, el cinturón de otro… Vamos, que lo que tenía tanto peso en la historia del libro, en la película se convierte en una especie de Buscando a Wally de referencias.
Las pruebas son cambiadas y simplificadas, eliminando casi todas las relaciones con los 80 que tenían. En la primera prueba, Parzival tuvo que pasar La tumba de los horrores y enfrentarse al lich king en una partida del videojuego Joust únicamente para conseguir la llave, que a su vez abría otra prueba: la interpretación del papel del personaje protagonista de «Juegos de guerra» para conseguir la pista que llevara a la siguiente llave. Entiendo, en parte, la simplificación (digo en parte porque sigo pensando que en más de una película habríamos salido todos ganando) ya que en lenguaje cinematográfico tanta prueba igual se hace pesado. Ok, aceptamos que prueba, llave y pista a la siguiente vaya en el mismo pack. Pero, ¿una carrera de coches? Quizá ver una partida de Joust no es lo más entretenido del mundo a día de hoy, pero podrían haberse currado un poco más el asunto, la verdad.
Curiosidades, cameos y huevos de pascua
- Steven Spielberg trataba de no incluir demasiadas referencias a películas suyas, pero el equipo no opinaba lo mismo, por lo que trataron de colar referencias a Los goonies o La lista de Schindler. Desafortunadamente, el propio director les pilló en esos intentos, y no pasaron el corte de montaje. Afortunadamente, sí se le escaparon los gremlins de la película de 1984 que él mismo produjo, y que aparecen en dos ocasiones (fuente).
- Any Weir, autor de El marciano y Artemisa, escribió Lacero, una historia corta sobre Nolan Sorrento, que actúa como pequeña precuela al libro y que es considerada canon del universo creado por Cline.
- Ernest Cline ha confirmado que habrá una secuela de Ready Player One. En una entrevista para Entertainment Weekly dijo «No puedo hablar mucho sobre ello, pero no hay mejor inspiración para un escritor que volver al mundo en que ha estado trabajando para ver a Steven Spielberg traerlo a la vida».
- Lista de los personajes que aparecen en la película. Seguro que no están todos, pero sí los que yo pude ver.
- Gundam RX-78-2
- King Kong
- Las tortugas ninja y Tokka
- Ryu, Blanka, Chun Li y Sagat
- Chucky
- Battletoads
- Batman, el Joker, Harley Quinn
- Freddy Krueger
- Tracer y Reaper
- Scoprio, Goro y Sub-Zero
- Beetlejuice
- Jason
- El jefe maestro
- Jim Raynor
- Hello Kitty
- Spawn
Y vosotros, ¿habéis pillado alguna aparición más que se me haya escapado?